Dormir bien es una parte esencial de la vida, nos ayuda a sentirnos descansados y con energía, pero la cantidad y la calidad de sueño puede variar de un día a otro.
Algunas personas son capaces de conciliar el sueño con rapidez y facilidad, mientras que otras pueden tener problemas de insomnio o despertarse con frecuencia durante la noche.
Esto puede afectar a nuestro estado de ánimo y a nuestra capacidad para funcionar eficazmente durante el día.
¿Por qué no puedo dormir bien?
Hay muchas razones por las que no podemos dormir bien, las siguientes son las más comunes:
El estrés.
Es un hecho que el estrés puede provocar insomnio, pero ¿por qué?
Primero que todo, hay que entender cuales son las razones que nos causan estrés.
El estrés puede estar causado por el miedo, la ansiedad o la preocupación por el futuro, incluye también estar demasiado ocupado con el trabajo u otras obligaciones, estar rodeado de personas que ejercen una influencia negativa sobre ti y tener expectativas poco realistas para ti mismo.
Toda este serie de sentimientos y momentos que nos causan estrés empiezan a afectar nuestro sueño y aún más grave, nos pueden llegar a producir insomnio. Ya que “tanta pensadera” nos agota mentalmente y cuando llega la hora de dormir, aún más.
Las actividades del día a pesar de todo, logran distraernos un poco, pero al querer conciliar el sueño, estamos solos con nuestra mente, consiguiendo que las preocupaciones y el estrés nos invadan.
Cuídate, el estrés no solo afecta tu sueño sino también tu salud.
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Malos hábitos de sueño.
Los malos hábitos de sueño cómo su nombre lo indica, son hábitos que nos perjudican la calidad de sueño y de descanso, algunos de estos son:
- Quedarnos despiertos hasta tarde viendo la televisión o navegando por Internet.
- Comer tarde por la noche y tomar bebidas pesadas, como el café, la Coca Cola o alcohol.
- Luces encendidas hasta muy tarde, es importante mantener el dormitorio lo más oscuro posible para no alterar el ritmo circadiano (el ciclo natural del sueño).
Ejercicio insuficiente.
El ejercicio ayuda a dormir porque aumenta la cantidad de melatonina en el cuerpo (la melatonina es una de las hormonas que ayuda a regular el sueño).
El ejercicio también libera endorfinas en el cerebro, lo que puede hacer que te sientas más relajado y menos estresado, lo que ayuda a conciliar el sueño por la noche.
Asegúrate de hacer 30 minutos de ejercicio aeróbico al día (por ejemplo, caminar) y de hacer ejercicios de fuerza al menos 2 veces por semana, si es posible.
Pero ¡ojo! no lo hagas 2 o 3 horas antes de dormir, porque activará tu cuerpo y mente más de lo que queremos.
Mala posición para dormir
Algunas personas, “caen rendidas tan pronto tocan la cama”, pero no se fijan en la posición en la que duermen, de modo que cuando despiertan se sienten cansados o con molestias en su cuerpo.
La posición en la que dormimos es muy importante, para poder descansar bien, así que antes de dormir analiza si en la posición en la que te encuentras te hace sentir verdaderamente cómodo.
¿Cuál es la mejor posición para dormir y descansar bien?
La posición en la que duermes puede afectar al descanso que obtienes y cómo te sientes al día siguiente.
Cuando estás tumbado, la gravedad tira del líquido de tu cuerpo, lo que hace que se acumule en ciertas zonas, esto puede afectar a tu respiración y hacerte sentir incómodo.
A algunas personas les resulta más cómodo dormir de lado o boca abajo que tumbadas sobre la espalda, otras personas consideran que dormir boca arriba es la posición más cómoda.
Pero, entonces ¿cuál es la mejor posición para dormir y descansar bien?
La Fundación Nacional del Sueño recomienda dormir de lado (en lugar de boca arriba) si eres menor de 65 años y si no tienes problemas de salud.
Esto se debe a que esta posición permite el mejor flujo de aire dentro del cuerpo y ayuda a mantener la columna vertebral alineada correctamente.
A medida que envejecemos, nuestra columna vertebral tiende a perder flexibilidad y se vuelve más propensa a las lesiones, por lo que dormir de lado puede ayudar a prevenir el desarrollo de estos problemas al ayudar a mantener la alineación adecuada de la columna vertebral mientras se descansa.
Sin embargo, dormir es un comportamiento complejo y no hay una posición adecuada para todo el mundo.
La mejor manera de dormir depende de tu tipo de cuerpo, tu personalidad y tu estilo de vida:
Sin embargo, aquí tienes los beneficios y consecuencias de cada posición en la que dormimos.
1. La mejor posición es dormir de lado.
Las personas que duermen de lado tienen una presión arterial ligeramente más baja que las que duermen boca arriba o boca abajo, por lo que descansan mejor sin agitarse, además el cuerpo se alinea adecuadamente (siempre y cuando tengas un muy buen colchón).
2. Si no puedes descansar de lado intenta dormir boca arriba.
Si duermes de lado y tienes problemas para conciliar el sueño, ésta puede ser una buena opción, ya que es más fácil respirar cuando se está tumbado en posición horizontal (en lugar de acurrucado).
3. Intenta no dormir boca abajo
Algunas personas prefieren esta posición porque les resulta más segura y cómoda; sin embargo, puede que no sea tan saludable para la espalda o el cuello como otras posiciones, ya que puede provocar tensión muscular en esas zonas por estar tumbado durante mucho tiempo.